JOSÉ MANUEL PÉREZ LATORRE. La arquitectura como unidad de contrapuestos
Del 23 de febrero al 26 de mayo de 2024
Apasionado de Zaragoza, José Manuel Pérez Latorre decidió ejercer su profesión de arquitecto en ella sin dejar de lado su pasión por la pintura, como puede apreciarse en los bocetos y dibujos relacionados con sus trabajos arquitectónicos y en su propia producción artística.
Esta muestra, en recuerdo del responsable del edificio del museo, tiene como objetivo mostrar una semblanza y aproximación a la obra y figura del arquitecto a través de dos de sus obras emblemáticas, aquellas que realiza para el Ejecutivo aragonés.
Muchos son los ejemplos de su obra como arquitecto, tanto restauraciones como proyectos de carácter residencial, deportivo, educativo o cultural. De entre todas sus obras que jalonan la ciudad de Zaragoza, la exposición aborda en detalle dos de ellas: el Pabellón de Aragón para la Exposición Universal de Sevilla 92 (reinstalado en Zaragoza como sede de la CREA y actualmente sede del Campus Digital FP) y la ampliación de lo que fue la sede de la Fundación Museo Pablo Serrano como IAACC Pablo Serrano. Ambas son un ejemplo de la implicación y singularidad de las obras de Pérez Latorre.
Él mismo definió su arquitectura como “caracterizada por la nitidez de las formas, rotundidad en el asentamiento y el contraste de los materiales naturales (arcillas, hormigones) con otros más exquisitos (mármoles, ónice y alabastros)”. Pero Pérez Latorre fue mucho más que el arquitecto que vemos a través de sus edificios o sus intervenciones en el espacio urbano, fue docente, artista, apasionado lector, un hombre reflexivo y generoso.
Hablaba de ‘La arquitectura como unidad de contrapuestos’, una reflexión en cuanto a los edificios históricos, como puede ser una catedral, donde establecía que se “superponen distintos momentos históricos, distintas formas de entender la arquitectura, pero a nuestros ojos sólo hay una unidad del edificio.”
Esta conceptualización es perfectamente aplicable a su arquitectura, definida por algunos como ecléctica, pero que sin embargo es mucho más, dado que en muchas de sus obras no intervenía sólo él, sino que daba protagonismo a otros artistas como Jorge Gay, Fernando Sinaga o José Manuel Broto, por nombrar a algunos, al igual que a ceramistas y canteros.
La arquitectura de Pérez Latorre es unidad de contrapuntos, edificios complejos, ricos en matices, pero siendo, sobre todo, unidad. Es ecléctica, pero no sólo por sus materiales y volúmenes, sino porque en ella aúna manifestaciones diversas. Éste es el caso del Pabellón de Aragón donde exteriormente el protagonista es el alabastro junto con el color azul. Sin embargo, en su interior el protagonista es el “cielo” que crea José Manuel Broto.
En la ampliación del IAACC Pablo Serrano se muestra totalmente creativo en el proceso de diseño del edificio. Es por ello que la exposición recoge maquetas, bocetos, dibujos y documentación gráfica relacionada con ambos edificios, donde se hace patente la visión global de su arquitectura y su concepción como manifestación artística.